jueves, 29 de agosto de 2013

Quinto giorno. Quien espera desespera... y pierde el tren



Continúo con el retraso. Y me parece que no va a ser tan fácil ponerme al día.

Hoy nos hemos colado en dos autobuses y hemos estado a punto de hacer lo mismo en un Freccia.

Pero vayamos por partes.

Tocaba cargar maletas. Teníamos el hotel en Padua, pero queríamos viajar a Vicenza porque sólo los miércoles y los sábados se puede visitar Villa Rotonda. Así que, una vez dejados los trastos en la consigna, que cerraba a las seis de la tarde, hemos partido en esa dirección.

Tras llegar y visitar el Teatro Olímpico -impresionante, maravilloso o, como diría un italiano bellisimo-, en un autobús hemos tomado la dirección de la mencionada villa. Y, después de bajar, nos hemos dado cuenta de que no bastaba con comprar el billete; también habríamos debido validarlo y, como no lo habíamos hecho, hemos decidido que podía servirnos para la vuelta.

El Freccia es un tren rápido, mas nosotros viajamos en los interregionales que son menos caros (en segunda). Esta tarde debíamos coger el de las cinco, pero lo hemos perdido porque el autobús de vuelta de Villa Rotonda venía con cuarto de hora retrasado.

Cuando hemos llegado a la estación ferroviaria esperaba un Freccia que partiría en nuestra dirección. Hemos decidido jugárnosla y, en caso de que nos pillaran, pagar la diferencia; pero justo al entrar al vagón nos hemos cruzado con el revisor, e inmediatamente hemos cambiado de opinión.

Al final, después de todo, hemos llegado a tiempo y hemos recuperado las maletas, lo que nos ha evitado el trance de aparecer en el hotel con la documentación y lo puesto.

Después, con el maletón, la maletita y el dinero en la mano, me he dirigido al conductor (en italiano) para comprar el billete, pero el tío ha pasado de mí y nosotros hemos decidido pasar de pagar.

Así que, en un día de trasiego con los medios de transporte, de Vicenza me queda el recuerdo de una ciudad señorial y preciosa, a la que me encantaría volver, siquiera fuese para recorrer los edificios de Palladio, siguiendo el camino que proponen sus mapas turísticos.

1 comentario:

  1. ¡Me encantan tus desafíos al transporte público! No se si debo, pero ¡bien hecho!

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