jueves, 19 de enero de 2017

Diario «El Desastre»

Desconozco si en algún lugar existe un periódico llamado El Desastre, pero si no existe debería porque, sin pretender ser objetiva, por motivos diferentes y con todos los matices necesarios, desastrosas me parecen la mayoría de las noticias de hoy. Y no es una excepción.´

Por supuesto los contenidos están seleccionadas (por mí), así que sí, son tendenciosos. Veamos algún botón.

Al menos 20 bomberos han fallecido al derrumbarse un edificio en Teherán tras un incendio; han muerto con las botas puestas, pero es muy posible que yo no hubiese prestado tanta atención a la noticia si Jorge no hubiera estado allí. Irán no es un país que en los últimos tiempos aparezca en los medios occidentales.

Con las prisas que de golpe tienen los políticos por recuperar el tiempo perdido aún no está publicado, pero ya está pactado, el decreto que desarrolla el proceso de las devoluciones de las cláusulas-suelo, en el que por supuesto a la hacienda pública se le asigna un papel importante, que para eso es de todos. ¡Ah! También han designado al máximo responsable  de la Filmoteca Nacional: no tiene ni idea de cine, pero es mujer. ¡Eureka!.

La naturaleza también pone de su parte, media España está inmovilizada por la falta de fe en las previsiones y por el mal tiempo, y el mal tiempo y los terremotos son los responsables de una avalancha en Los Abruzzo que se ha llevado por delante algunas vidas y un hotel con sauna y piscina en medio de la nieve.

Los medios de transporte colaboran con un accidente de avión en Brasil, sin supervivientes, que contaba entre los pasajeros con el juez clave del caso Petrobras, ese en el que se intenta dilucidar (o pretenden hacernos creer que pueden dilucidar) las compraventas de políticos a cambio de favores, intercambios necesarios para dejar donde están poder y dinero.

De política, mejor no hablamos. Las cabezas visibles de los partidos del pueblo siguen a lo suyo, es decir, a ver quién la tiene más grande, y cruzando la frontera el hotelero malhablado, megalómano y peligroso pretende, a partir de mañana,  convertir al mundo en su chiringuito de playa particular, con Putin de encargado y, seguro, algún que otro importancioso bailando en la barra en biquini para atraer clientela. ¡Viva la fiesta!

Tampoco la religión se salva. Un obispo de Sicilia, ahora ya jubilado, o quién sabe si defenestrado, en su momento se convirtió en heredero universal de un millonario soltero y sin hijos tras un cambio de testamento completamente legal, pero la donación escondía un romance consolidad que el finado hizo público a posteriori mediante carta manuscrita para que “la historia no cayese en el olvido”. Nada que objetar… si no fuese por su negación de derechos a los homosexuales y por la hipócrita actitud que la curia mantiene oficialmente respecto a las prácticas eróticas en los conventos, en las iglesias y entre los feligreses.

 En cuanto al tipo de información que desde mi punto de vista no tendría cabida en El Desastre, destacaría la invención de una pelota gigante que girando de forma autónoma y movida por el viento, destruye las minas anti-persona y dos artículos de opinión, uno de Lluís Bassets titulado Oportunistas del mundo, ¡Uníos! y una carta escrita por la nieta de Carrero Blanco, que he empezado a leer por curiosidad y cuyo contenido me ha descubierto unaa firme reivindicación de la libertad de expresión.

Tengo duda de si una de las noticias (reales) de hoy tendría cabida en el susodicho diario o si desentonaría de su línea editorial.

«Resuelto el misterio de los círculos de hadas de Namibia», rezaba el titular, y como me ha gustado mucho eso de «círculos de hadas» me he adentrado en su contenido para descubrir que el nombre designa unas formaciones redondeadas y con cierta simetría en la arena del desierto de dicho país. Tras distintas recreaciones en el laboratorio, algunos científicos han llegado a la conclusión de la causa de un diseño tan particular no es otro que una especie de simbiosis bajo el suelo arenoso, donde las termitas acumulan el agua imprescindible para su supervivencia y las plantas aprovechan la acumulación para asentar su raíces alrededor. ¡Y una que pensaba que las terminas comían sólo madera de los edificios!

Esto, así sin más, no sería una gran noticia porque la teoría no es nueva, la novedad es la demostración; y como a lo largo del tiempo ha coexistido con otra que sostiene que las formas redondeadas y características de las hadas son consecuencia exclusiva de la vegetación, los sostenedores de esta última posibilidad no han aceptado las conclusiones del sesudo estudio.

 Y eso sí que tendría cabida en el periódico teórico del que vengo hablando, una guerra escrita y documentada de réplicas y contrarréplicas para demostrar con argumentos científicos quién está en lo cierto, quién tiene la razón.

No he comentado nada sobre deportes, pero es que hoy todos los titulares eran previsibles. Y qué duda cabe que en El Desastre también estaría la información del fútbol, limitada, eso sí, a las derrotas del Real Madrid y el Barça.

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