De enlace en enlace se me han ido ocurriendo comentarios sobre noticias,
sin decidirme por dejar constancia de ninguno hasta que he encontrado esta
fotografía, una imagen que rompe un mito.
Sobre el fondo
de la Torre Eiffel, los tejados y los árboles de París, la Ciudad del Amor, en el pretil del puente Alejandro III una pareja joven se besa y se abraza, con una sola mano porque el chico tiene la otra ocupada sujetando el palito que sostiene el móvil que pretende inmortalizar el instante.
Para que luego
digan que ellos no pueden hacer dos cosas a la vez.
Tras un largo
rato de contemplación, servidora no ha podido decidir cómo terminará la
película, si los protagonistas harán un receso en el beso para posar suavemente el teléfono y su
apéndice, o si ambos acabarán destrozados como consecuencia de un impulso más
urgente.
Fotografía publicada en el diario La Repubblica, el 4 de septiembre de
2015.
Más documentos
gráficos sobre la obsesión selfie:
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