Desconozco si en algún lugar existe
un periódico llamado El Desastre,
pero si no existe debería porque, sin pretender ser objetiva, por motivos
diferentes y con todos los matices necesarios, desastrosas me parecen la
mayoría de las noticias de hoy. Y no es una excepción.´
Por supuesto los contenidos están
seleccionadas (por mí), así que sí, son tendenciosos. Veamos algún botón.
Al menos 20 bomberos han fallecido al
derrumbarse un edificio en Teherán tras un incendio; han muerto con las botas
puestas, pero es muy posible que yo no hubiese prestado tanta atención a la
noticia si Jorge no hubiera estado allí. Irán no es un país que en los últimos
tiempos aparezca en los medios occidentales.
Con las prisas que de golpe tienen
los políticos por recuperar el tiempo perdido aún no está publicado, pero ya
está pactado, el decreto que desarrolla el proceso de las devoluciones de las
cláusulas-suelo, en el que por supuesto a la hacienda pública se le asigna un
papel importante, que para eso es de todos. ¡Ah! También han designado al
máximo responsable de la Filmoteca
Nacional: no tiene ni idea de cine, pero es mujer. ¡Eureka!.
La naturaleza también pone de su
parte, media España está inmovilizada por la falta de fe en las previsiones y
por el mal tiempo, y el mal tiempo y los terremotos son los responsables de una
avalancha en Los Abruzzo que se ha llevado por delante algunas vidas y un hotel
con sauna y piscina en medio de la nieve.
Los medios de transporte colaboran
con un accidente de avión en Brasil, sin supervivientes, que contaba entre los
pasajeros con el juez clave del caso Petrobras, ese en el que se intenta
dilucidar (o pretenden hacernos creer que pueden dilucidar) las compraventas de
políticos a cambio de favores, intercambios necesarios para dejar donde están
poder y dinero.
De política, mejor no hablamos. Las
cabezas visibles de los partidos del pueblo siguen a lo suyo, es decir, a ver
quién la tiene más grande, y cruzando la frontera el hotelero malhablado,
megalómano y peligroso pretende, a partir de mañana, convertir al mundo en su
chiringuito de playa particular, con Putin de encargado y, seguro, algún que
otro importancioso bailando en la barra en biquini para atraer clientela. ¡Viva
la fiesta!
Tampoco la religión se salva. Un
obispo de Sicilia, ahora ya jubilado, o quién sabe si defenestrado, en su
momento se convirtió en heredero universal de un millonario soltero y sin hijos
tras un cambio de testamento completamente legal, pero la donación escondía un
romance consolidad que el finado hizo público a posteriori mediante carta
manuscrita para que “la historia no cayese en el olvido”. Nada que objetar… si
no fuese por su negación de derechos a los homosexuales y por la hipócrita
actitud que la curia mantiene oficialmente respecto a las prácticas eróticas en
los conventos, en las iglesias y entre los feligreses.
En cuanto al tipo de información que desde mi
punto de vista no tendría cabida en El
Desastre, destacaría la invención de una pelota gigante que girando de
forma autónoma y movida por el viento, destruye las minas anti-persona y dos
artículos de opinión, uno de Lluís Bassets titulado Oportunistas del mundo, ¡Uníos! y una carta escrita por la nieta de
Carrero Blanco, que he empezado a leer por curiosidad y cuyo contenido me ha
descubierto unaa firme reivindicación de la libertad de expresión.
Tengo duda de si una de las noticias
(reales) de hoy tendría cabida en el susodicho diario o si desentonaría de su
línea editorial.
«Resuelto el misterio de los círculos
de hadas de Namibia», rezaba el titular, y como me ha gustado mucho eso de «círculos
de hadas» me he adentrado en su contenido para descubrir que el nombre designa
unas formaciones redondeadas y con cierta simetría en la arena del desierto de
dicho país. Tras distintas recreaciones en el laboratorio, algunos científicos
han llegado a la conclusión de la causa de un diseño tan particular no es otro
que una especie de simbiosis bajo el suelo arenoso, donde las termitas acumulan
el agua imprescindible para su supervivencia y las plantas aprovechan la
acumulación para asentar su raíces alrededor. ¡Y una que pensaba que las
terminas comían sólo madera de los edificios!
Esto, así sin más, no sería una gran
noticia porque la teoría no es nueva, la novedad es la demostración; y como a
lo largo del tiempo ha coexistido con otra que sostiene que las formas
redondeadas y características de las hadas son consecuencia exclusiva de la
vegetación, los sostenedores de esta última posibilidad no han aceptado las
conclusiones del sesudo estudio.
Y eso sí que tendría cabida en el periódico
teórico del que vengo hablando, una guerra escrita y documentada de réplicas y
contrarréplicas para demostrar con argumentos científicos quién está en lo
cierto, quién tiene la razón.
No he comentado nada sobre deportes, pero es que hoy todos los titulares eran previsibles. Y qué duda cabe
que en El Desastre también estaría la
información del fútbol, limitada, eso sí, a las derrotas del Real Madrid y el
Barça.
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